Cinco Frutas Subutilizadas de la Amazonía Ecuatoriana: Un Tesoro Bioactivo contra el Síndrome Metabólico

Un equipo de investigadores de nuestro grupo RIG de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Manabí y de la Universidad Técnica Particular de Loja ha publicado un artículo en la revista Molecules, titulado “Five Underutilized Ecuadorian Fruits and Their Bioactive Potential as Functional Foods and in Metabolic Syndrome: A Review“. Este trabajo de revisión explora el inmenso potencial de cinco frutas amazónicas históricamente subutilizadas, posicionándolas como alimentos funcionales claves en la lucha contra el Síndrome Metabólico, una epidemia global agravada por la dieta occidental moderna.

El estudio se centra en el borojó, la chonta, el arazá, la cocona y la uva amazónica, frutas nativas cultivadas por pequeños agricultores. Estas especies representan una alternativa nutracéutica local, cuyas propiedades medicinales, atribuidas tradicionalmente, reciben ahora una validación científica. La investigación detalla cómo estos frutos son ricos en compuestos fitoquímicos con actividad probada, actuando como poderosos antioxidantes gracias a su alta concentración de polifenoles, carotenoides y vitaminas.

Resumen gráfico del artículo

Los hallazgos específicos son significativos. Frutas como la chonta y la cocona exhiben una notable actividad hipoglucemiante, mientras que el borojó y el arazá muestran propiedades antimicrobianas, incluso contra cepas multirresistentes. La uva amazónica, la menos estudiada, destaca por su contenido de antocianinas, con efectos citotóxicos prometedores contra líneas celulares de cáncer. Compuestos ya conocidos por sus usos farmacológicos, como el ácido clorogénico y la rutina, están presentes en varias de estas frutas.

El artículo subraya la disparidad en la investigación existente, señalando que las frutas más cultivadas son las más estudiadas, y aboga por una investigación más profunda y el desarrollo de productos, especialmente para aquellas especies menos conocidas. Al validar estas propiedades, el estudio promueve la integración de alimentos locales y nutritivos en las dietas modernas, contribuyendo así a la agricultura sostenible, la preservación cultural y una nueva estrategia de salud pública basada en nutracéuticos.