Durante siglos, Chenopodium quinoa (quinoa) y Amaranthus hybridus (amaranto) han sido pilares de la dieta y la cultura en las tierras altas de Sudamérica. Considerados históricamente como cultivos subutilizados, hoy experimentan un renacimiento global gracias a su excepcional valor nutricional y sus prometedoras propiedades biológicas. Nuestro grupo de investigación ha participado en la compilación de la evidencia científica más actualizada sobre estos pseudocereales, destacando su perfil nutricional y su potencial antimicrobiano y anticancerígeno.
Nutrición Superior para la Seguridad Alimentaria
La quinoa y el amaranto son clave para la seguridad alimentaria por su resistencia y calidad nutricional:
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Proteína completa: Contienen los nueve aminoácidos esenciales. La quinoa es rica en lisina y metionina, mientras el amaranto destaca por su alto contenido de lisina y triptófano.
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Libres de gluten y bajo índice glucémico: Ideales para regímenes dietéticos modernos.
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Fuente de vitaminas y minerales: Aportan vitaminas A, B, C, E, calcio, hierro, zinc y magnesio.
Reconociendo este potencial, la FAO declaró a la quinoa como cultivo clave para la nutrición humana en 1996, y el 2013 fue designado como su Año Internacional.
El Poder de los Fitoquímicos Bioactivos
La actividad biológica de estas plantas se atribuye a compuestos presentes en hojas y semillas:
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Fenólicos y flavonoides (39% de los estudios revisados): Como ácido gálico y kaempferol.
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Péptidos y proteínas: Como la lunasina en quinoa, con propiedades anticancerígenas.
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Saponinas y terpenoides: Responsables de propiedades antifúngicas y citotóxicas.
Evidencia Científica: Actividad Antimicrobiana y Anticancerígena
Actividad Antimicrobiana
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Quinoa: Exhibe fuerte actividad antibacteriana, gracias a compuestos como ácido gálico y kaempferol, efectivos contra patógenos como Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa.
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Amaranto: Aunque muestra actividad moderada, extractos de sus hojas han sido efectivos contra Streptococcus mutans, bacteria asociada a caries dental.
Actividad Anticancerígena
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Quinoa:
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Su aceite inhibe células de carcinoma de colon.
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La quinoína (proteína) reduce el crecimiento de glioblastoma.
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Sus polisacáridos inhiben células de cáncer de hígado y mama in vitro.
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Amaranto:
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Extractos de semilla inhiben el crecimiento de carcinoma ascítico de Ehrlich en ratones.
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Muestra efectos hepatoprotectores contra cáncer inducido por arsenito.
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Conclusión y Futuro
Quinoa y amaranto son recursos cruciales para la seguridad alimentaria y la salud global. Compuestos como fenólicos, péptidos y saponinas ofrecen oportunidades para desarrollar terapias antibacterianas y anticancerígenas. Si bien los resultados in vitro e in vivo son alentadores, es imperative avanzar hacia ensayos clínicos que validen estos efectos en humanos.
Esta publicación se basa en la revisión académica publicada por nuestro grupo de investigación en la revista Pharmaceuticals